Memorable, nos define la RAE, como algo digno de memoria, y una actividad memorable debe ser aquella que nos provoca una ligera sonrisa al evocar ese momento. Esta actividad debe reunir unos requisitos. En primer lugar, en el momento que rompemos la rutina diaria de clase ya provocamos en el aprendiz, sin importar la edad que tenga, un "chispazo" de interés que puede arrancar el motor de una actividad de este tipo, ya sea con uso de materiales, nuevas tecnologías, salidas, excursiones, etc. Una vez que tenemos arrancado el coche de la motivación hay que ponerlo en marcha. Para ello, la actividad debe tener una explicación breve, sencilla y directa, con una actividad o conjunto de actividades dinámicas, fluidas y, según mi experiencia, en pequeño o gran grupo. Crear un ambiente relajado y divertido, donde las intervenciones surjan, donde las interacciones fluyan y participen todos los integrantes del grupo. Finalmente, esa actividad puede dejar algo material para el recuerdo
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