¿REALMENTE HAN CAMBIADO LAS AULAS?

En esta entrada quiero partir de esta pregunta y la respuesta- spoiler es SI. Absolutamente si. Quizás podamos volver como docentes a aquel colegio que disfrutamos cuando eramos niños, abrir esa puerta chirriante y encontrarnos con las mismas paredes antiguas y sin color, los techos viejos e , incluso, con alguna gotera, con aquellas ventanas de madera y envueltas en verjas que se distancian de las ventanas "climalit" actuales, o quizás, volvamos a pisar ese suelo de granito que nos devuelve a un pasado ya lejano.
Es cierto, la clase ha cambiado totalmente. Sin embargo, entramos nosotras y nosotros, docentes, sinónimo de clase, y traemos nuestra motivación, nuestra formación, en ocasiones nuestra experiencia, nuestras nuevas tecnologías bajo el brazo y dispuestos a dinamizar ese aula que ha observado tantas propuestas a lo largo de los años.
Estamos dispuestos a promover distintos agrupamientos, a introducir la pizarra digital, las tablets, aquellas aplicaciones que nos fascinan, a provocar ese WOW en nuestros alumnos y alumnas esperando ver ese ánimo alegre al entrar en ese aula.
Porque si, esa es nuestra aula, pero nosotros impartimos la clase.